Algunas cosas las vi, otras las descubrí y otras las soñé.
Pero mis sueños son tan importantes como todo lo que adquirí furtivamente.
Más importantes, porque son lo intuitivo en su estado más puro.
Sin ellos, los hechos no son más que una especie de despojos, como cuentas sueltas de un collar. Los sueños son tan veraces y manifiestos como las verjas de hierro de Francia, que centellean negras en la lluvia.
Más veraces, quizá. Son el esqueleto de toda realidad. "
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